¡Arriba los corazones!

"Sed tengo", "Sitio" en latín, es una de las siete palabra de Jesús en la Cruz. Es Su disponibilidad que convoca a la nuestra, invitándonos al “sacrificio de la alegría”: a “hacer de tripas corazón”, para mirarlo a Él.

¡Arriba los corazones! es una frase de aliento que nos remite al "Elevemos el corazón" de la Misa, que nos dispone para el sacrificio, dejando que Él nos dirija.

sábado, octubre 29, 2011

El encuentro de Asís



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Sobre el encuentro de Asís, porque está muy bien resumido y expresado, copio del Blog "Desde el Verdún", que escribe Mons. Jaime Fuentes, Obispo de Minas, Uruguay:
BUSCADORES DE DIOS
25 años después del histórico encuentro de Juan Pablo II en Asís, con representantes de las distintas religiones, Benedicto XVI ha querido recordarlo invitándolos nuevamente a esa ciudad, símbolo del amor entre los hombres, como "Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz".
En su breve discurso, el Papa sintetizó con extraordinaria claridad las distintas posturas que se plantean en torno a Dios y a su existencia: desde quienes pretenden favorecer "la causa de Dios" mediante el terror, hasta los que consideran que deberían borrarse las religiones porque siempre han generado violencias.
Pero también se ha referido a otra actitud que, en mi opinión, retrata a no pocos uruguayos. Creo que vale la pena meditar todo el discurso del Papa y, especialmente, estas palabras suyas, que también esperan comentarios:

"Junto a estas dos formas de religión y anti-religión, existe también en el mundo en expansión del agnosticismo otra orientación de fondo: personas a las que no les ha sido dado el don de poder creer y que, sin embargo, buscan la verdad, están en la búsqueda de Dios. Personas como éstas no afirman simplemente: «No existe ningún Dios». Sufren a causa de su ausencia y, buscando lo auténtico y lo bueno, están interiormente en camino hacia Él. Son «peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz». Plantean preguntas tanto a una como a la otra parte. Despojan a los ateos combativos de su falsa certeza, con la cual pretenden saber que no hay un Dios, y los invitan a que, en vez de polémicos, se conviertan en personas en búsqueda, que no pierden la esperanza de que la verdad exista y que nosotros podemos y debemos vivir en función de ella. Pero también llaman en causa a los seguidores de las religiones, para que no consideren a Dios como una propiedad que les pertenece a ellos hasta el punto de sentirse autorizados a la violencia respecto a los demás. Estas personas buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las religiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta. Que ellos no logren encontrar a Dios, depende también de los creyentes, con su imagen reducida o deformada de Dios. Así, su lucha interior y su interrogarse es también una llamada a los creyentes a purificar su propia fe, para que Dios – el verdadero Dios – se haga accesible". 




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