¡Arriba los corazones!

"Sed tengo", "Sitio" en latín, es una de las siete palabra de Jesús en la Cruz. Es Su disponibilidad que convoca a la nuestra, invitándonos al “sacrificio de la alegría”: a “hacer de tripas corazón”, para mirarlo a Él.

¡Arriba los corazones! es una frase de aliento que nos remite al "Elevemos el corazón" de la Misa, que nos dispone para el sacrificio, dejando que Él nos dirija.

miércoles, febrero 22, 2012

A propósito del Miércoles de ceniza. Vivir la cuaresma en espera de la Pascua del Señor


La historia de la salvación se basa en el reconocimiento del hombre como persona dependiente de Dios, que lo ayuda a superar el pecado, y lo encamina en una relación cercana, en la cual es indispensable reconocerse como ser pecador.

En el Antiguo Testamento vemos cómo Jonás alerta al pueblo de Nínive sobre la necesidad de convertirse, por lo que el pueblo, encabezado por su rey, inician un periodo de penitencia clamando misericordia a Dios a partir de la conversión (Jonás 3, 5-8).

La Iglesia Católica ha establecido el miércoles de ceniza como un acto preparatorio al inicio de la cuaresma.

Hasta el siglo VII se tomaba como inicio de la cuaresma seis semanas previas a la celebración de la Pascua, lo cual daba como resultado 42 días, de los cuales 36 eran empleados para el ayuno y la penitencia (se restan los 6 domingos); con el fin de seguir los pasos de Jesús, quien ayunó en el desierto 40 días, se toman cuatro días previos al primer domingo de cuaresma para dar inicio a esta época de preparación, por lo que a partir del siglo VII celebramos el miércoles de ceniza.
En esta época, los penitentes públicos eran reunidos en las plazas y eran bañados con ceniza; sin embargo, entre los siglos VIII y X se modifica este acto y se asume de una manera diferente, en la que participan todos los miembros de la Iglesia incluyendo los obispos y sacerdotes.

Las cenizas son tomadas de los ramos usados en la semana santa del año anterior, los cuales son incinerados, las cenizas son rociadas con agua bendita y ahumadas con incienso.

La bendición de las cenizas consiste en un conjunto de cuatro plegarias antiguas; las cenizas se toman por parte de un sacerdote y son presentadas al obispo, quien las bendice.

Las cenizas son impuestas a los fieles en lugares de culto, haciéndoles una marca en la frente con la señal de la cruz.

Son usadas dos frases para suministrar el sacramental: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Mc1, 15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Gén 3, 19).

Entendemos que iniciamos la cuaresma con un símbolo que enmarca la indignidad de nuestra condición pecadora, iniciamos con un símbolo que nos invita a la conversión y a la muerte del hombre viejo; para concluir con la luz y la resurrección en la Pascua que nos devuelve la alegría de la resurrección en Jesús, quien es “el camino, la verdad y la vida”.


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