¡Arriba los corazones!

"Sed tengo", "Sitio" en latín, es una de las siete palabra de Jesús en la Cruz. Es Su disponibilidad que convoca a la nuestra, invitándonos al “sacrificio de la alegría”: a “hacer de tripas corazón”, para mirarlo a Él.

¡Arriba los corazones! es una frase de aliento que nos remite al "Elevemos el corazón" de la Misa, que nos dispone para el sacrificio, dejando que Él nos dirija.

viernes, febrero 18, 2011


Tomado de la página Málaga de Cine:

Entrevista con Roland Joffé, director de ‘Encontrarás dragones’

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Dirigida por Roland Joffé (‘La misión’, ‘Los gritos del silencio’) un drama épico sobre san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Ambientada en la guerra civil española, afronta cuestiones como la santidad y la traición, el amor y el odio, el perdón y la violencia, la búsqueda del sentido de la vida. El estreno será el 25 de marzo. Un argumento que mezcla las historias de soldados revolucionarios, un periodista, su padre y el mismo Josemaría.Malaga de Cine reproduce la entrevista de ZENIT, agencia católica
P. ¿A qué alude el título de la película ‘Encontrarás dragones’?
Roland Joffé: Los mapas medievales calificaban los territorios desconocidos con las palabras ”Hic sunt dragones”, “aquí hay dragones”. Cuando comencé a investigar sobre el tema y a escribir el guión, dado que no sabía lo que me esperaba ni cómo acabaría, ‘Encontrarás dragones’ me pareció un título apropiado.
P. La película tiene lugar en el contexto de la guerra civil española, ¿hay espacio a la esperanza?
R. J: Sí, pero es difícil. Entre las personas hay hechos abominables que parecen imposibles de perdonar. Pero es posible. Los ciclos de violencia pueden detenerse, como lo demostró el presidente Nelson Mandela en Sudáfrica. Josemaría aseguró que las personas normales son capaces de ser santas. Creo que se refería a esta clase de perdón heroico. La inagotable posibilidad de perdonar deja espacio a la esperanza. El precio es alto, exige un profundo sentido de lo que es plenamente humano, un profundo sentido de compasión, una resolución firme, heroica, para no quedar atrapado por los odios, sino luchar contra ellos con un amor inquebrantable. Buena parte de la trama se desarrolla durante la guerra civil española, pero se despliega entre ese telón de fondo y el año 1982. Una historia del pasado que proyecta una sombra sobre el presente. Se habla del perdón que deshiela lo que ha quedado congelado. Toca lo humano en el interior de quien ha sido perdonado. El amor no siempre es fácil, no puede serlo. No puede proceder de una actitud de superioridad, sólo puede proceder de una actitud de humildad y de humanidad.
P. ¿La película se dirige a creyentes o a no creyentes?
R.J. La película se toma la fe en serio y la santidad. Pero su interés va mucho más allá de un público religioso. Su pregunta presupone una separación que es falsa. Todos vivimos en un mundo perturbado, afrontamos el dolor y la alegría de la vida ordinaria. Aunque recurramos a diferentes interpretaciones de la realidad sobre esta experiencia, al final todos moramos en el mismo mundo desgarrado. Es una película sobre creyentes y no creyentes. Quedé profundamente impresionado por la convicción de Josemaría de que todos somos santos en potencia, por su fe en que cada quien es en última instancia capaz de acabar con sus propios dragones. Espero que la gente que vea la película lo descubra en sus propias luchas con sus dragones y que comprenda que ningún santo ha llegado a serlo sin haber luchado. La película también habla de muchas formas de amor. No es una película católica, trata de un tema clave en la teología cristiana, en las iglesias cristianas y en otras religiones.
P. ¿La vida de Josemaría Escrivá se basa en hechos o es ficción?
R. J: De todos los personajes de la película, Josemaría es el único que ha existido históricamente, el que abundan testimonios y pruebas. La representación que ofrecemos de su sensibilidad, su sentido del humor surge de los acontecimientos de su vida. He querido encontrar un punto de vista honesto al trazar su perfil y tomar su fe en serio. La historia de Josemaría es la de un hombre que logra el éxito de simplificar su vida entorno a un amor a Dios auténtico y poderoso. Este amor a Dios se convierte en un principio organizador que le da forma, así como una especie de sencillez y fuerza.

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