¡Arriba los corazones!

"Sed tengo", "Sitio" en latín, es una de las siete palabra de Jesús en la Cruz. Es Su disponibilidad que convoca a la nuestra, invitándonos al “sacrificio de la alegría”: a “hacer de tripas corazón”, para mirarlo a Él.

¡Arriba los corazones! es una frase de aliento que nos remite al "Elevemos el corazón" de la Misa, que nos dispone para el sacrificio, dejando que Él nos dirija.

martes, mayo 24, 2011

¡AY, QUE ME ABRASO DE AMOR EN LA LLAMA! - Sebastián Durón (1660 - 1716)




Tomado del Canal de Belarmo, de música renacentista y barroca de España y América, en YouTube, que nos ofrece la siguiente información:


AY, QUE ME ABRASO DE AMOR EN LA LLAMA! - Sebastián Durón (1660 - 1716).
(Cantada al Santísimo con violines (ca. 1705). Archivo Catedral de Palencia, MS 50/1).

Intérprete: Accentus Austria - Director: Thomas Wimmer.
- María Luz Álvarez (Soprano).

Imágenes: Catedral de Palencia (Palencia - España).


Letra:

[Estribillo]

¡Ay, que me abraso
de amor en la llama!
¡Qué dulce violencia!
¡Qué tierna regala!
Celestes incendios
al pecho motivan,
que anhela el tormento
que es gloria del alma.

[Recitado]

O guerra misteriosa
en la forma gloriosa,
vivamente contemplo
a quien erige templo,
ansiosa el alma mía,
remedio de mi ciega fantasía.

[Aria]

No deje de arder
mi fiel corazón;
será la ocasión
de mi merecer,
no, no deje de arder;
verá que en su fuego
la dicha halla luego
de mi padecer.

[Coplas]

1. Anime, amor, la llama
del celestial incendio,
seré en sus puras alas
glorioso fénix si renazco al cielo.

2. Avive la materia
mi amor y mi deseo,
prestando mis suspiros
al aire que voraz anima el fuego.

3. El corazón la ofrenda
será, pues el primero
fue quien al dueño mío
franqueó las puertas del humano templo.

[Grave]

Y en tan celestiales
divinos incendios,
al suave amoroso
suspiro que exhala,
repita mi pecho
su fiel consonancia.


Sebastián Durón (Brihuega, Guadalajara, España, 19 de abril de 1660 - Cambo-les-Bains, Aquitania, Francia, 3 de agosto de 1716) fue un compositor español, autor de obras religiosas y operísticas. Junto a Antonio de Literes es el mejor autor de música escénica de su época. Recibió las enseñanzas de su hermano Diego Durón, también compositor. Sebastián ejerció como organista o maestro de capilla en distintas catedrales (Sevilla, Cuenca, El Burgo de Osma, Catedral de Palencia) hasta que en 1691 es nombrado maestro de la Real Capilla del rey Carlos II en Madrid. Mantendrá este puesto hasta 1706, cuando fue suspendido a causa del apoyo expreso del músico al archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión Española, que terminó con la victoria del candidato borbónico, el rey Felipe V. Durón debió exiliarse en Francia, de donde regresó efímeramente en 1714 para ejercer de músico en importantes casas nobiliarias, como la de los duques de Osuna. En 1715 retornó definitivamente a Francia para ejercer en Bayona de capellán de la reina exiliada Mariana de Neoburgo, viuda de Carlos II. Murió en 1716, enfermo de tuberculosis.

La abundante música sacra de Durón (que incluye misas, letanías, oficios de difuntos, villancicos, etc) se conserva dispersa en diferentes archivos catedralicios (Las Palmas, Jaca, Granada, Sucre, Segorbe, Pamplona) y también en otros civiles, como la Biblioteca Municipal de Oporto, el archivo del Palacio Real de Madrid o la Biblioteca Central de Barcelona.



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