¡Arriba los corazones!

"Sed tengo", "Sitio" en latín, es una de las siete palabra de Jesús en la Cruz. Es Su disponibilidad que convoca a la nuestra, invitándonos al “sacrificio de la alegría”: a “hacer de tripas corazón”, para mirarlo a Él.

¡Arriba los corazones! es una frase de aliento que nos remite al "Elevemos el corazón" de la Misa, que nos dispone para el sacrificio, dejando que Él nos dirija.

martes, mayo 24, 2011

EL JUDICI - Tradicional / Cancionero de Uppsala (S. XVI)



Tema del Siglo XVI en catalán, referido al Juicio Final, tomado también del canal de Belarmo en YouTube, que contiene la siguiente información:


EL JUDICI - Tradicional / Cancionero de Uppsala (S. XVI).

Intérprete: Accentus Austria - Director: Thomas Wimmer.
- María Luz Álvarez (Soprano).

Imágenes: El Juicio Final (Ábside de la Capilla Sixtina) - Miguel Ángel Buonarroti.
(Ciudad del Vaticano).

Letra:

El día del Judici, / no sé quan será,
en tindrem el jutge / que ens judicará.

Aixó és cosa certa / que havem morir.
Tot el que tenim / havem de dixar.

No hi valdran paraules / ni tampoc diners,
será la senténcia / segons el procés.

Anirem a la pátria / res no ens endurem,
sinó bones obres / si per cas les fem.

Per pecat ni culpa / ningú es desesperi:
Déu per abraçar-nos / te els braços oberts.

Ángel de la guarda, / Ángel de la guia,
vulgueu-nos guardar / de nit i de dia.

Lo que bé que el pago, / Déu que m'ha criat!
Per compte d'amar-lo / l'hem agraviat.

Oh! La vida entera / oh, la pena cruel!
Acolliu-nos, Senyor, / a la glória del cel.


En castellano:

El día del Juicio, / no sé cuando será,
tendremos el juez / que nos juzgará.

Éso es cosa cierta / que hemos de morir.
Todo lo que tenemos / lo hemos de dejar.

No valdrán palabras / ni tampoco dineros,
será la sentencia / según el proceso.

Iremos a la patria / nada nos llevaremos,
sino las buenas obras / que hayamos hecho.

Por culpa o pecado / nadie se desespere:
Dios para abrazarnos / los brazos tiene abiertos.

Ángel de la guarda, / Ángel de la guía,
quiéranos guardar / de noche y de día.

Yo que bien le pago, / Dios que me ha creado!
En vez de amarlo / lo hemos agraviado.

Oh! La vida entera / Oh!, Pena cruel!
acogednos, Señor, / en la gloria del cielo.


Nacimiento y muerte, amor, alegría, dolor, ... cada ser humano tiene que hacer frente a estas situaciones y sentimientos a lo largo de su vida. Dentro de las diferentes formas musicales, éstos temas básicos se expresan a distintos niveles de abstracción y reflexión. El tratamiento de un mismo concepto no siempre ha tenido el mismo resultado musical; ideas tales como "inocencia" o "intelectual", no deberían reflejarse dentro del campo de la música. Así, por un lado, vías de expresión totalmente contrarias pueden llegar de la misma manera a las capas más profundas de nuestra conciencia; por otro, desde el principio de los tiempos, el proceso recíproco de fertilización entre la música clásica y la popular nos indica un equilibrio en la interdependencia de estas dos formas musicales.

La muerte, y todos los temores que derivan de ella, constituyen el tema de El Judici. Las visiones del Juicio Final suelen evocar el dolor de la separación y la obligada defensa de todo lo hecho durante la vida, en la que incluso las actitudes más íntimas y supuestamente más ocultas se desvelan....



En El Judici se evoca una divinidad bondadosa, que muestra piedad y bondad ante los fallos humanos.


Todas las secciones musicales de El Judici se basan en el mismo material temático: después de las fanfarrias simbólicas del Juicio Final, la primera sección del texto se presenta a la manera de la canción tradicional sobre el pedal sostenido por el bajo; la versión polifónica constituye un "contrafactum" (práctica común conocida desde la Edad Media, en la que se usa una melodía ya existente para un nuevo texto); ésta emplea una composición de mediados del siglo XVI que forma parte del "Cancionero de Upsala", colección de música vocal española publicada en 1556.

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