¡Arriba los corazones!

"Sed tengo", "Sitio" en latín, es una de las siete palabra de Jesús en la Cruz. Es Su disponibilidad que convoca a la nuestra, invitándonos al “sacrificio de la alegría”: a “hacer de tripas corazón”, para mirarlo a Él.

¡Arriba los corazones! es una frase de aliento que nos remite al "Elevemos el corazón" de la Misa, que nos dispone para el sacrificio, dejando que Él nos dirija.

lunes, octubre 13, 2008

SUMMERTIME



Summertime,
And the livin' is easy
Fish are jumpin'
And the cotton is high

Your daddy's rich
And your mamma's good lookin'
So hush little baby
Don't you cry

One of these mornings
You're going to rise up singing
Then you'll spread your wings
And you'll take to the sky

But till that morning
There's a'nothing can harm you
With daddy and mamma standing by
Es verano,
Y la vida es fácil
Los peces abundan
Y el algodón está crecido

Tu papá es rico
Y tu mamá bonita
Así que ¡Shhh! chiquitito
No tienes que llorar

Una de estas mañanas
Te vas a levantar cantando
Desplegarás tus alas
Y el cielo alcanzarás

Pero hasta esa mañana
Nada hay que te pueda dañar
Con papá y mamá junto a ti.


"Summertime" es una de las canciones más populares del Siglo XX, que forma parte de la ópera "Porgy and Bess" de George Gershwin. En contraste con su ambiente, de valores tambaleantes, una mamá eleva generosa
y confiada esta entrañable canción de cuna, de música evocadora, que rasga la obra como un rayo de esperanza. Alcanza una serenidad que personalmente me remite al también popular Salmo 23, que se leyó el domingo pasado en la Misa: "El Señor es mi pastor; nada me puede faltar".

El cariño de unos padres ricos y agradables,
siempre cuidadosos y atentos, facilita la vida del hijo, igual que se hace fácil la vida del creyente, que reconoce la paternidad de Dios, que es infinitamente rico y poderoso, y está siempre atento a lo nuestro, para escucharnos y ayudarnos. También tenemos una mamá muy bonita, a quien podemos siempre contarle nuestras penas y pedirle ayuda, seguros de que no nos abandona, que nos cuida siempre.

¡Es muy cálida nuestra fe católica! En medio del mundo, por sí mismo desconcertado y frío, hace surgir la esperanza de manera concreta, como un rayo luminoso.







width="480" height="385">

No hay comentarios.: